domingo, 6 de junio de 2010

Domingo 20 de junio de 2010. Lc 9,18-24

Falso y verdadero concepto del Mesías. Oración de Jesús antes de la pregunta decisiva. Opinión de la gente (cf. 9,7s). Opinión del grupo, expuesta por Pedro: el Mesías de Dios (=el Ungido o Consagrado por Dios, cf. 4,41; 23,35). La declaración identifica a Jesús con el Mesías nacionalista y viiolento de la expectación popular (4,34: "el Consagrado por Dios"). Prohibición de divulgarlo (21); conminó, como al endemoniado (4,35).

Jesús integra el concepto de Mesías en el más universal de el Hombre, que, además, incluye a los que reciban el Espíritu y lo sigan (cf. 5,24; 6,5). Su destino no es el triunfo terreno; oposición de los dirigentes (cf. 6,22s); la muerte no es la última palabra (resucitar) (22).

Todos (23), también los discípulos no representados por los Doce (cf. Mc 8,34). Negarse a sí mismo, renunciar a toda ambición de dinero, prestigio o poder; cargar con la cruz, aceptar la hostilidad de la sociedad injusta (6,22); cada día, constancia (8,15). La vida física no es el valor supremo; falsa y verdadera salvación (24).

No hay comentarios:

Publicar un comentario