viernes, 4 de marzo de 2011

Domingo 27 de Marzo del 2011. Jn 4,5-42.

5. Llegó así a un pueblo de Samaría que se llamaba Sicar, cerca del terreno que dio Jacob a su hijo José;
6. estaba allí el manantial de Jacob.
Jesús, fatigado del camino, se quedó, sin más, sentado en el manantial. Era alrededor de la hora sexta.
7. Llegó una mujer de Samaría a sacar agua. Jesús le dijo:
- Dame de beber.
8. (Sus discípulos se habían marchado al pueblo a comprar provisiones.)
9. Le dice entonces la mujer samaritana:
- ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? (porque los judíos no se tratan con los samaritanos).
10. Jesús le contestó:
- Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú a él y te daría agua viva.
11. Le dice la mujer:
- Señor, si no tienes cubo y el pozo es hondo, ¿de donde vas a sacar el agua viva?
12. ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, del que bebió él, sus hijos y sus ganados?
13. Le contestó Jesús:
- Todo el que bebe agua de ésta volverá a tener sed;
14. en cambio, el que haya bebido el agua que yo voy a darle, nunca más tendrá sed; no, el agua que yo voy a darle se le convertirá dentro en un manantial de agua que salta dando vida definitiva.
15. Le dice la mujer:
- Señor, dame agua de ésa; así no tendré más sed ni vendré aquí a sacarla.
16. Él le dijo:
- Ve a llamar a tu marido y vuelve aquí.
17. La mujer le contestó:
- No tengo marido.
Le dijo Jesús:
-Has dicho muy bien que no tienes marido,
18. porque maridos has tenido cinco, y el que tienes ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad.
19. La mujer le dijo:
- Señor, veo que tú eres profeta.
20. Nuestros padres celebraron el culto en este monte; en cambio, vosotros decís que el lugar donde hay que celebrarlo está en Jerusalén.
21. Jesús le dijo:
- Créeme, mujer: Se acerca la hora en que no daréis culto al Padre ni en este monte ni en Jerusalén.
22. Vosotros adoráis lo que no conocéis, nosotros adoramos lo que conocemos; la prueba es que la salvación proviene de los judíos;
23. pero se acerca la hora, o, mejor dicho, ha llegado, en que los que dan culto verdadero adorarán al Padre con espíritu y lealtad, pues el Padre busca hombres que lo adores así.
24. Dios es Espíritu, y los que lo adoran han de dar culto con espíritu y lealtad.
25. Le dice la mujer:
-Sé que va a venir un Mesías (es decir, Ungido); cuando venga él, nos lo explicará todo.
26. Le dice Jesús:
- Soy yo, el que hablo contigo.
27. En esto llegaron sus discípulos y se quedaron extrañados de que hablase con una mujer, aunque ninguno le preguntó de qué discutía o de qué hablaba con ella.
28. La mujer dejó su cántaro, se marchó al pueblo y le dijo a la gente:
29. – Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho; ¿será éste tal vez el Mesías?
30. Salieron del pueblo y se dirigieron adonde estaba él.
31. Mientras tanto sus discípulos le insistían:
- Maestro, come.
32. Él les dijo:
- Yo tengo para comer un alimento que vosotros no conocéis.
33. Los discípulos comentaban:
- ¿Le habrá traído alguien de comer?
34. Jesús les dijo:
- Para mí es alimento realizar el designio del que me mandó, dando remate a su obra.
35. Vosotros decís que aún faltan cuatro meses para la siega, ¿verdad? Pues mirad lo que os digo: Levantad la vista y contemplad los campos: ya están dorados para la siega;
36. el segador cobra salario reuniendo fruto para una vida definitiva; así se alegran los dos, sembrador y segador.
37. Con todo, en esto tiene razón el refrán, que uno siembra y otro siega:
38. yo os he enviado a segar lo que no os ha costado fatiga; otros se han estado fatigando y vosotros os habéis encontrado con el fruto de su fatiga.
39. Del pueblo aquel muchos de los samaritanos le dieron su adhesión por lo que les decía la mujer, que declaraba: “Me ha dicho todo lo que he hecho”.
40. Así, cuando llegaron los samaritanos adonde estaba él, le rogaron que se quedara con ellos, y se quedó allí dos días.
41. Muchos más creyeron por lo que dijo él,
42. y decían a la mujer:
- Ya no creemos por lo que tú cuentas, nosotros mismos lo hemos estado oyendo y sabemos que éste es realmente el salvador del mundo.


EXPLICACIÓN.

Contraste con el rechazo en Judea: la región infiel y despreciada por los judíos reconoce su situación y acepta al salvador. TEMA CENTRAL: en la nueva relación con Dios desaparece el culto localizado y ritual (templos); el culto verdadero es la práctica del amor, expresión del Espíritu.
Tierra que conserva los recuerdos de los orígenes de Israel (Jacob, José; cf Gn 33,19; 48,22; Jos 24,32), Sicar, la antigua Siquén (Gn 33,18-20; Jos 24,32; Os 6,9) (5).
El manantial de Jacob (6), más adelante llamado el pozo (11.12), que en la tradición judía se convierte en un elemento mítico, que sintetiza los pozos de los patriarcas y el manantial que Moisés abrió en la roca del desierto; cf. Gn 29,2-10; Nm 21,16-18. Es figura de la Ley, de la que brota el agua viva de la sabiduría.
La mujer (7-8) no tiene nombre propio; representa a Samaría, que pretende apagar su sed en su antigua tradición. Encuentro del Mesías con Samaría a solas (cf. Os 2,15s). Dame de beber: Jesús pide una muestra de solidaridad en el nivel humano elemental, que une a los hombres por encima de las culturas y de las barreras políticas y religiosas (9).
Jesús quiere superar la enemistad ofreciendo un don mayor que el que pide. El don de Dios es Jesús mismo (3,16). El agua viva (10) simboliza el Espíritu. Extrañeza de la mujer, como la de Nicodemo (3,5); no conoce más agua que la de la Ley (el pozo) y piensa que ha de extraerse con esfuerzo humano. No se imagina un don de Dios gratuito (11). Conoce el don de Jacob (nos dio), pero no el de Dios (12). Insuficiencia del don hecho por Jacob (13); la Ley no satisface al hombre (cf. Eclo 24,21-23); Jesús ofrece a todos su agua/Espíritu (Is 55), que puede satisfacer las aspiraciones mas profundas del hombre (14); el Espíritu es un manantial interno, no externo como la Ley/pozo; el hombre recibe vida en su raíz misma (dentro); manantial perenne que da vida y fecundidad, desarrollando a cada uno en su dimensión personal. La ley, externa y genérica, despersonaliza; el Espíritu personaliza y comunica una vida que supera la muerte (definitiva). La mujer, dispuesta a abandonar el pozo de la Ley/tradición, que no calma su sed.
Obstáculo para recibir el agua/Espíritu. Cinco maridos (16-18), trasfondo del libro de Oseas, donde la prostituta (Os 1,2) y la adúltera (3,1) son símbolos del reino de Israel, que tenía a Samaría por capital. Prostitución y adulterio: la idolatría, haber abandonado al verdadero Dios (Os 2,4.7-9.15). Alusión a 2 Re 17,24-41, donde se narra el origen de la idolatría de los samaritanos y se mencionan cinco ermitas de dioses, además del culto a Yahvé (2 Re 17,29-32). A estas cifras aluden las palabras de Jesús.
Piensa que la relación con Dios es cultual (19-20). No se trata de elegir entre templos, ha terminado esa época; no hay lugar privilegiado (2,19-2). Mujer (21) significa esposa (cf 2,4). En contraste con la madre de Jesús, que representaba al Israel fiel, la samaritana representa al Israel infiel. Nuevo nombre de Dios: el Padre (21), el dador de vida. Nueva relación, establecida por la comunidad de Espíritu entre Dios y el hombre; excluye todo particularismo (12: nuestro padre Jacob; 20: nuestros padres). Vínculo familiar y personal; el culto será también personal, en el marco de la relación hijo-Padre.
Lo que no conocéis (22), alusión a la infidelidad/idolatría de los samaritanos (cf Dt 13,7). La salvación que proviene de los judíos es Jesús mismo como Mesías (26), salvador de la humanidad entera (cf 11,52).
El verdadero culto a Dios (23) suprimirá el culto samaritano y el judío. No se dará a un Dios lejano, sino al Padre, unido al hombre por una relación personal. Se da culto, se honra al Padre siendo como él, colaborando en su obra creadora, actuando en favor del hombre. Los antiguos cultos y templos sustituidos por el amor leal al hombre (cf. 1,14.17) (el culto con Espíritu y lealtad), que prolonga el del Padre. Urgencia del amor del Padre (el Padre busca). Dios es Espíritu (24), dinamismo de vida/amor; el hombre/hijo ha de comportarse como su Padre: sintonía que lleva a la semejanza. El culto antiguo subrayaba la distancia, humillando al hombre ante Dios; el nuevo (la práctica del amor fiel) tiende a suprimirla, haciendo al hombre cada vez más semejante al Padre. Revelación del Mesías (25-26).
Los discípulos: inferioridad de la mujer (27). La respuesta de la samaritana (28-30) y la de los habitantes abre el horizonte de la cosecha inmediata.
Para mí es alimento (cf. Sal 119,103; Prov 9,5, de la Ley) (34): el designio del Padre es comunicar a los hombres el Espíritu; en otras palabras, terminar la creación del hombre comunicándole la capacidad de amar.
Realizar el designio del Padre se expresa ahora en términos de siembra y siega (36), que están en función del fruto. El salario, el fruto mismo.
Al ocupar la tierra prometida, Israel gozó de bienes que no había trabajado (Dt 6,10s; Jos 24,13). Así ocurrirá ahora a los discípulos, quienes gozarán de la vida en la comunidad mesiánica, nueva tierra prometida, sin esfuerzo propio (37-38), mientras Israel, que rechaza a Jesús, se verá privado de ella (Dt 28,30; Miq 6,15).
La noticia dada por la mujer (39-40) hace comprender a los samaritanos que ha llegado para ellos la hora de la misericordia de Dios (Os 7,1). Dos días, cf Os 6,2: En dos días nos hará revivir. La fe, fruto del contacto personal con Jesús (41-44). Salvador del mundo, cf. 1,29: el que quita el pecado del mundo; 3,16. El tema del profeta rechazado por los suyos se había hecho proverbio (Mt 13,57; Mc 6,4; Lc 4,24; Jr 12,6-9; cf. Jn 1,11).

SÍNTESIS.

El programa universalista de Jesús comienza a realizarse con la llamada del Israel heterodoxo. Los marginados responden, mientras los instalados en el régimen judío lo han rechazado. Jesús supera las barreras creadas por los particularismos étnicos y religiosos (templos); su labor es la personalización del hombre (el designio del Padre), que se alcanza cuando éste posee una nueva calidad de vida/amor (el Espíritu), una nueva actitud respecto a los hombres y al mundo. Dios/el Padre no exige presentes ni dones, él es el dador que comunica vida. El homenaje al Padre ya no consiste, por tanto, en un culto ritual. No hay dos esferas, la de Dios y la de la vida. La existencia misma, dedicada al bien de los demás, que prolonga en el mundo la acción creadora, es el culto que honra al Padre. El amor forma inmediatamente la nueva comunidad humana.
Dios se define como principio dinámico de amor (Espíritu). El sustrato del universo es un amor personal, activo y sin fronteras, hecho presente en Jesús y que por él llega a todo hombre que lo acoge en su realidad humana.
En el hombre, el Espíritu/amor es un nuevo principio vital que toma el puesto de la Ley externa; es constitutivo del hombre y lo que va llevando a su plenitud. El espíritu es único, el de Jesús; por eso crea la unidad en la diversidad

Domingo 20 de marzo del 2011. Mt 17,1-9

[1]Seis días más tarde llamó Jesús a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña elevada.[2]Delante de ellos se transfiguró: su rostro resplandeció como el sol, sus vestidos se volvieron blancos como la luz.[3]Se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.[4]Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: ---Señor, ¡qué bien se está aquí! Si te parece, armaré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.[5]Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa les hizo sombra y de la nube salió una voz que decía: ---Éste es mi Hijo querido, mi predilecto. Escuchadle.[6]Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces temblando de miedo.[7]Jesús se acercó, los tocó y les dijo: ---¡Levantaos, no temáis![8]Alzando la vista, no vieron más que a Jesús solo.[9]Mientras bajaban de la montaña, Jesús les ordenó: ---No contéis a nadie lo que habéis visto hasta que este Hombre resucite de la muerte.


EXPLICACIÓN.

Esta escena pretende mostrar a los tres discípulos más destacados que el destino del Mesías antes enunciado (16,21) es "la idea de Dios" (16,23). Jesús les demuestra la realidad (16,21) es "la idea de Dios" (16,23). Jesús les demuestra la realidad y calidad de la vida que supera la muerte. Monte alto, manifestación divina excepcional; como el sol, (cf. 13,43); el blanco, color de la gloria divina. Moisés y Elías conversan con Jesús (3): alusión a Éx 34,35. El AT (Ley y Profetas), subordinado a Jesús, el Hombre, ha de interpretarse a partir de él. Propuesta de Pedro (4), que enlaza con la fiesta de las Chozas, de marcado carácter mesiánico nacionalista; pone a Moisés y Elías en el mismo plano de Jesús (tres tiendas): el Mesías debe integrarse en las categorías del AT. La nube (5), símbolo de la presencia divina (Éx 13,21; Nm 9,15; 2 Mac 2,8). La voz repite las palabras del bautismo (3,17) y señala la unicidad de Jesús; ningún personaje del AT puede compararse con él. Escuchadlo a él (cf. Dt 18,15). El AT queda relativizado. Miedo de los discípulos (cf. Dn 8,17) ante la teofanía (Is 6,5; Dn 10,15.19). Jesús los toca como a los enfermos y a los muertos (8,3.15; 9,25-29); están en la misma situación que el antiguo Israel. Comunicar la visión mal entendida (4) induciría al error sobre el mesianismo de Jesús (9).

Domingo 13 de marzo del 2011. Mt 4,1-11.

[1]Entonces Jesús, movido por el Espíritu, se retiró al desierto para ser tentado por el Diablo.[2]Guardó un ayuno de cuarenta días con sus noches y al final sintió hambre.[3]Se acercó el Tentador y le dijo: ---Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.[4]Él contestó: ---Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.[5]Luego el Diablo se lo llevó a la Ciudad Santa, lo colocó en el alero del templo[6]y le dijo: ---Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, pues está escrito: Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti; te llevarán en sus palmas para que tu pie no tropiece en la piedra.[7]Jesús respondió: ---También está escrito: No pondrás a prueba al Señor, tu Dios.[8]De nuevo se lo llevó el Diablo a una montaña altísima y le mostró todos los reinos del mundo en su esplendor,[9]y le dijo: ---Todo esto te lo daré si postrado me rindes homenaje.[10]Entonces Jesús le replicó: ---¡Aléjate, Satanás! Que está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, a él sólo darás culto.[11]Al punto lo dejó el Diablo y unos ángeles vinieron a servirle.

EXPLICACIÓN.

La tentación describe por contraste el compromiso hecho por Jesús en el bautismo. El desierto recuerda el éxodo de Israel, donde éste fue infiel a Dios (Éx 17,1-7). Jesús va a mostrar la firmeza de su propósito, manifestando cuáles son las principales tentaciones del hombre, a las que él no sucumbe. Anticipan las propuestas que Jesús irá encontrando a lo largo de su actividad.

El ayuno no es preparatorio ni pretende obtener dones divinos. Alude a los de Moisés (Éx 34,28; Dt 9,9-11) y Elías (1 Re, 19,8), para indicar que Jesús supera a las grandes figuras del pasado (2).

El Diablo/Satanás, el enemigo del hombre. Su propósito es desviar a Jesús de su misión salvadora (3). Los panes relacionan este texto con los dos episodios donde Jesús alimenta a una multitud compartiendo el pan (14,17ss; 15,34ss). La abundancia de pan no será efecto de un despliegue de poder, sino del compartir continuando la generosidad divina. La tentación quiere inducir a Jesús a actuar prescindiendo del plan de Dios: ateísmo práctico. No basta la prosperidad material; el desarrollo del hombre está en la fidelidad continua a Dios (4).

La ciudad santa, donde está el templo (5-6). Se esperaba que el Mesías se manifestara desde el alero del templo: invitación a acomodarse a las ideas mesiánicas del tiempo. Invita a Jesús a un providencialismo literalista e irresponsable. No hay que forzar la acción de Dios (7).

Última y definitiva tentación (8-9). Monte, lugar de Dios o de los dioses; "altísimo" la suprema condición divina. Ofrece el imperio universal (todos los reinos del mundo). Para Mt, el poder y la gloria del mundo son satánicos. El tentador pretende que en vez de salvar a la humanidad se haga súbdito y agente suyo (rendir homenaje). Utilizar el poder, con sus presupuestos de riqueza y prestigio, equivale a traicionar el plan salvador. Satanás encarna el poder que tienta la ambición del hombre y lo convierte en enemigo del género humano. Respuesta definitiva de Jesús, derrota del tentador. No se puede servir a dos señores (6,24). Los textos del Dt usados por Jesús no tienen carácter mesiánico; se aplican a todo hombre. Las tentaciones no son exclusivas suyas (6,13).

DOMINGO 6 DE MARZO DEL 2011. Mt 7,21-27.

[21]No todo el que me diga: ¡Señor, Señor!, entrará en el reino de Dios, sino el que haga la voluntad de mi Padre del cielo.[22]Cuando llegue aquel día, muchos me dirán: ¡Señor, Señor! ¿No hemos profetizado en tu nombre? ¿No hemos expulsado demonios en tu nombre? ¿No hemos hecho milagros en tu nombre?[23]Y yo entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, vosotros que hacéis el mal.[24]Así pues, quien escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a un hombre prudente que construyó su casa sobre roca.[25]Cayó la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos y se abatieron sobre la casa; pero no se derrumbó, porque estaba cimentada sobre roca.[26]Quien escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a un hombre sin juicio que construyó su casa sobre arena.[27]Cayó la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos, golpearon la casa y ésta se derrumbó. Fue un derrumbamiento terrible.

EXPLICACIÓN.

De nuevo el primado de las obras sobre las palabras. Pero, más allá de las obras, Jesús juzga las intenciones. Lo extraordinario carece de valor (22-23) si no nace del amor ni tiende a construir el reino de Dios. Parábola final (24-27): se contrapone el llevar o no a la práctica la enseñanza escuchada. La casa, el hombre mismo. El éxito de su vida en medio de las dificultades se basa en un proceder acorde con el mensaje de Jesús, cuyo punto culminante han sido las bienaventuranzas.