viernes, 4 de marzo de 2011

Domingo 13 de marzo del 2011. Mt 4,1-11.

[1]Entonces Jesús, movido por el Espíritu, se retiró al desierto para ser tentado por el Diablo.[2]Guardó un ayuno de cuarenta días con sus noches y al final sintió hambre.[3]Se acercó el Tentador y le dijo: ---Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.[4]Él contestó: ---Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.[5]Luego el Diablo se lo llevó a la Ciudad Santa, lo colocó en el alero del templo[6]y le dijo: ---Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, pues está escrito: Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti; te llevarán en sus palmas para que tu pie no tropiece en la piedra.[7]Jesús respondió: ---También está escrito: No pondrás a prueba al Señor, tu Dios.[8]De nuevo se lo llevó el Diablo a una montaña altísima y le mostró todos los reinos del mundo en su esplendor,[9]y le dijo: ---Todo esto te lo daré si postrado me rindes homenaje.[10]Entonces Jesús le replicó: ---¡Aléjate, Satanás! Que está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, a él sólo darás culto.[11]Al punto lo dejó el Diablo y unos ángeles vinieron a servirle.

EXPLICACIÓN.

La tentación describe por contraste el compromiso hecho por Jesús en el bautismo. El desierto recuerda el éxodo de Israel, donde éste fue infiel a Dios (Éx 17,1-7). Jesús va a mostrar la firmeza de su propósito, manifestando cuáles son las principales tentaciones del hombre, a las que él no sucumbe. Anticipan las propuestas que Jesús irá encontrando a lo largo de su actividad.

El ayuno no es preparatorio ni pretende obtener dones divinos. Alude a los de Moisés (Éx 34,28; Dt 9,9-11) y Elías (1 Re, 19,8), para indicar que Jesús supera a las grandes figuras del pasado (2).

El Diablo/Satanás, el enemigo del hombre. Su propósito es desviar a Jesús de su misión salvadora (3). Los panes relacionan este texto con los dos episodios donde Jesús alimenta a una multitud compartiendo el pan (14,17ss; 15,34ss). La abundancia de pan no será efecto de un despliegue de poder, sino del compartir continuando la generosidad divina. La tentación quiere inducir a Jesús a actuar prescindiendo del plan de Dios: ateísmo práctico. No basta la prosperidad material; el desarrollo del hombre está en la fidelidad continua a Dios (4).

La ciudad santa, donde está el templo (5-6). Se esperaba que el Mesías se manifestara desde el alero del templo: invitación a acomodarse a las ideas mesiánicas del tiempo. Invita a Jesús a un providencialismo literalista e irresponsable. No hay que forzar la acción de Dios (7).

Última y definitiva tentación (8-9). Monte, lugar de Dios o de los dioses; "altísimo" la suprema condición divina. Ofrece el imperio universal (todos los reinos del mundo). Para Mt, el poder y la gloria del mundo son satánicos. El tentador pretende que en vez de salvar a la humanidad se haga súbdito y agente suyo (rendir homenaje). Utilizar el poder, con sus presupuestos de riqueza y prestigio, equivale a traicionar el plan salvador. Satanás encarna el poder que tienta la ambición del hombre y lo convierte en enemigo del género humano. Respuesta definitiva de Jesús, derrota del tentador. No se puede servir a dos señores (6,24). Los textos del Dt usados por Jesús no tienen carácter mesiánico; se aplican a todo hombre. Las tentaciones no son exclusivas suyas (6,13).

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