sábado, 1 de enero de 2011

DOMINGO 9 DE ENERO DEL 2011; Mt 3,13-17.

[13]Entonces fue Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara.[14]Juan se resistía diciendo: ---Soy yo quien necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?[15]Jesús le respondió: ---Ahora haz lo que te digo pues de este modo conviene que realicemos la justicia plena. Ante esto Juan aceptó.[16]Después de ser bautizado, Jesús salió del agua y en ese momento se abrió el cielo y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y se posaba sobre él.[17]Se escuchó una voz del cielo que decía: ---Éste es mi Hijo querido, mi predilecto.

EXPLICACIÓN.

Juan reconoce en Jesús al Mesías y se opone a su propósito (13), pues el gesto de Jesús no cuadra con la descripción del Mesías que ha hecho antes: un símbolo de muerte (bautismo), en lugar de una actividad de juez (14). El bautismo de Jesús simboliza su compromiso de dar la vida, y así se realizará el designio divino. Juan debe aceptarlo (15). Al compromiso de Jesús (su bautismo), respuesta divina (16): el cielo abierto asegura una comunicación ininterrumpida de Dios con Jesús, expresada por el Espíritu de Dios que se le comunica plenamente. Paloma, alusión a Gn 1,2: en Jesús culmina la creación: plenitud humana (el Hijo del hombre) y divina (el Hijo de Dios). Alusiones a Is 11,1-5, el rey mesiánico; 42,1-7, el servidor, luz y esperanza de las naciones, y 61,1-4, liberación del pueblo. La voz del cielo (17) formula lo significado por la bajada del Espíritu: éste es mi Hijo (Sal 2,7, el rey Mesías); el amado (cf. Gn 22,2, de Isaac, alusión a la muerte); en él he puesto mi favor, alusión a Is 42,1, del servidor.

La escena del bautismo representa la investidura del Mesías, capacitado por el Espíritu para su misión universal y liberadora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario