sábado, 4 de septiembre de 2010

DOMINGO 26 DE SEPTIEMBRE: Lc 16,19-31.

El AT ha perdido su validez, como el anuncio la pierde ante la realidad (cf. Mt 11,12s): Juan Bautista, frontera entre las dos épocas. La realidad liberadora del Reino suscita reacciones violentas, pues pone en peligro los intereses de muchos (16).

El reinado de Dios cumple lo anunciado por la Ley, en particular el éxodo definitivo, prefigurado en los libros de Moisés, y éste se realizará hasta lo último (17). Ejemplo del cambio de época; el repudio, permitido por la Ley (Dt 24,1), está excluido del Reino; la mujer adquiere su igualdad con el hombre (18).

La historia que sigue (19-31) va dirigida a los fariseos, amigos del dinero (16,14). Jesús les habla en su lenguaje; les muestra su infidelidad basándose en sus mismos presupuestos. Por eso, las categorías que usa en la parábola son del AT, no del reino de Dios. La situación descrita se corresponde con la malaventuranza contra los ricos expresada en 6,24s; no es, por tanto, admisible en el grupo cristiano.

El premio para el pobre en la otra vida es doctrina farisea; Jesús ha proclamado su bienaventuranza para los pobres en esta tierra (6,20). Lázaro es el pobre miserable, no el pobre cristiano. El rico representa a la clase dirigente que se desentiende del pueblo. De sus descendientes, Abrahán acoge a los pobres, no a los ricos (22s). Los fariseos (28: los cinco hermanos que han quedado en la casa) no hacen caso del AT; se menciona a los profetas por su incesante denuncia de la opresión de los pobres.

Los fariseos no han hecho caso de la enseñanza de la Escritura que se precian de observar. Para los que no acatan la voluntad de Dios manifestada, es inútil toda otra prueba (31). Alusión a la resurrección de Jesús. Pretendiendo ser fieles a la Ley, descuidan lo principal, el amor a los demás (11,42).

No hay comentarios:

Publicar un comentario