miércoles, 1 de diciembre de 2010

DOMINGO 5 DE DICIEMBRE DEL 2010. Mt 3,1-12.

[1]En aquel tiempo se presentó Juan el Bautista en el desierto de Judea,[2]proclamando: ---Arrepentíos, que está cerca el reinado de Dios.[3]Éste es a quien había anunciado el profeta Isaías, diciendo: Una voz clama en el desierto: Preparad el camino al Señor, allanad sus senderos.[4]El tal Juan llevaba un vestido de pelos de camello, con un cinturón de cuero en la cintura y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.[5]Acudían a él de Jerusalén, de toda Judea y de la comarca del Jordán,[6]y se hacían bautizar en el río Jordán por él, confesando sus pecados.[7]Al ver que muchos fariseos y saduceos acudían a que los bautizara les dijo: ---¡Raza de víboras! ¿Quién os ha enseñado a escapar de la condena que se avecina?[8]Dad frutos válidos de arrepentimiento[9]y no os imaginéis que os basta decir: Nuestro padre es Abrahán; pues yo os digo que de estas piedras puede sacar Dios hijos para Abrahán.[10]El hacha está ya aplicada a la cepa del árbol: árbol que no produzca frutos buenos será cortado y arrojado al fuego.[11]Yo os bautizo con agua en señal de arrepentimiento; pero detrás de mí viene uno con más autoridad que yo, y yo no tengo derecho a llevarme sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.[12]Ya empuña el bieldo para aventar su era: reunirá el trigo en el granero, y quemará la paja en un fuego que no se apaga.

EXPLICACIÓN.

Momento histórico indeterminado. Desierto de Judea, ruptura con la sociedad, pero sin salir de la tierra prometida. Cercanía del reinado de Dios. Condición, el cambio de actitud respecto a los demás, la adopción de una conducta justa. Se pensaba que el reinado de Dios, la sociedad justa y humana, objeto de viva expectación, se realizaría por medio del Mesías. Se requiere la colaboración del hombre (2). La mención de la correa de cuero (4) identifica a Juan con el profeta Elías (2 Re 1,8), precursor del Mesías (11,14; 17,12s); su dieta confirma la ruptura con la sociedad. Respuesta unánime (5). Se establecen dos polos: Jerusalén, centro religioso-político, y el desierto, lugar del profeta. La afluencia masiva muestra el descontento del pueblo con la institución y los dirigentes. Inmersión en el agua (6): muerte a un pasado, cambio de vida. Los fariseos (7) modelo de hombres religiosos, fieles a la Ley; gran influjo sobre el pueblo. Saduceos, la clase dominante, los grandes terratenientes y las familias de la aristocracia sacerdotal: poder económico, religioso y político. Pretenden un bautismo ritual, sin enmienda.

La institución opresora quiere integrar a Juan y el movimiento que ha suscitado. Camada de víboras, el poder, agente de muerte (12,34; 23,33). Juan supone que el Mesías que llega va a infligir un castigo. (9-10); estas piedras, alusión a la conversión de los paganos; Mt distingue entre la masa de la gente, que se propone la enmienda, y los dirigentes. Para la salvación no cuenta el linaje, sino las obras (9-10); estas piedras, alusión a la conversión de los paganos; Mt ve en la humanidad entera la plenitud de Israel (8,11). Juan espera del Mesías un juicio inmediato y severo, no basado en la pureza de sangre, en la práctica del culto en la fidelidad a la Ley, sino en la actitud hacia el hombre.

Bautismo superior al suyo: con Espíritu Santo y fuego (11). Bautismo / juicio: para los que han realizado la enmienda, será purificación y efusión de Espíritu /vida; para los que no han cambiado su conducta, destrucción. Quitar las sandalias, tomar el puesto del que tiene derecho a ser esposo; tema del esposo (9,15), en relación con el de la alianza nueva (26,28). Juan no pretende suplantar el papel mesiánico de Jesús. Nueva imagen del juicio (12); el fuego inextinguible asegura la absoluta destrucción.

La figura del Mesías juez, anunciada por Juan, no corresponde a la actuación posterior de Jesús (11,2-6).

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