domingo, 7 de febrero de 2010

14 DE FEBRERO DEL 2010. Lc 6,17.20-26

Presentación del programa del Reino. 17b-18. Gran muchedumbre, cf. Ez 47,10 LXX (la gran muchedumbre de peces que los pescadores han de pescar, cf. 5,10; Mc 3,7b-8); pueblo, término técnico para designar al Israel histórico, el antiguo pueblo elegido; llegan de toda Palestina, de la capital, centro de la institución, y de la diáspora (Tiro, Sidón).
Como Jesús ha roto con la institución judía y ha creado un Israel paralelo (los Doce), esperan la restauración de Israel. Lo aceptan como maestro (18: a oírlo), en lugar de los maestros oficiales; buscan la integridad humana (curaciones); espíritus inmundos, ideologías destructoras. Fuerza (19) del Espíritu (4,14-36; 5,17). Antes de hablar, quita los obstáculos al mensaje (espíritus inmundos) y capacita físicamente al hombre para responder a él (curaciones), cf. 6,6-11.

Primera parte del sermón del llano (cf. Mt 4,25-8,1) dirigida a los discípulos. Propone dos horizontes, uno de felicidad (20-23), el otro de desdicha (24-26). Invirtiendo los valores de la sociedad. A una situación presente (pobreza/riqueza) corresponde la contraria en el futuro.
Los pobres sufren (21), pero en el reino de Dios (la nueva sociedad) saldrán de esa situación (el cambio se hará mediante la práctica del mensaje de Jesús). Los ricos se desentienden de ese dolor (25); al excluirse del reino de Dios, su futuro será la miseria y el llanto. Inversión de la situación social, según lo anunciado por María (1,51-53), pero no por la violencia ni por la imposición.
Persecución contra los que optan por la pobreza, por parte de la sociedad cuyas bases minan; alegría, pues este género de vida los lleva a la plenitud humana (por causa del Hombre). Recompensa, el reinado que Dios ejerce sobre ellos. La persecución, sello de autenticidad (22s). La aprobación de la sociedad significaría que habían falseado el mensaje (26). Pobres: los que optan por construir una sociedad justa, eliminando la causa de la injusticia, la riqueza; ricos: los que quieren mantener la injusticia. Dios está con los primeros.
La pobreza que se padece en la sociedad, y que comporta hambre y dolor, no tiene más salida verdadera que la sociedad alternativa a la que invita Jesús (el reino de Dios); buscar la solución en la riqueza es condenarse a la miseria futura.

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